Se lidiaron 6 toros de Lagunajanda, desiguales de presencia, y juego. Mansearon mucho en los caballos, excepto el 6º que fue bravo, y resultó el mejor del encierro. El resto de animales pese a su mansedumbre, ofrecieron posibilidades de lucimiento. No fue una corrida completa, pero si de triunfar.
Manuel Escribano: silencio y palmas
Joselito Adame: silencio y silencio
Alejandro Peñaranda: silencio y vuelta
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